A Guarda – Donde el Miño se hace océano


En el municipio de A Guarda, al sur de la provincia de Pontevedra y fronterizo con Portugal, se levanta el monte de Santa Tegra, uno de los lugares más visitados de Galicia. Desde el pico de San Francisco, a 341 metros de altitud, se obtiene una de las mejores vistas del noroeste peninsular: el estuario y la desembocadura del río Miño en el Océano Atlántico y las vecinas tierras de Portugal en la otra orilla.


En la subida a la cima del monte encontramos una de las ciudadelas mejor conservadas y restauradas de Galicia. Descubierto en 1913, el poblado se remonta al siglo IV a.C. En el pico de San Francisco se encuentra la Ermita de Santa Tegra, patrona de la villa, a la que se rinde culto el 23 de septiembre en una romería popular.

En el casco urbano de A Guarda, el visitante debe ver la iglesia de Santa María, originalmente románica y ampliada en el siglo XVI, y el Convento de San Benito, de la misma centuria, convertido hoy en hotel-monumento.


El Castillo de Santa Cruz y la Plaza del Reloj son otras paradas obligatorias. El Castillo forma parte de una serie de fortalezas construidas en el tramo final del Miño para defenderse de los portugueses. En la Plaza del Reloj hay que detenerse ante la Casa del Concello, la Torre del Reloj y la Casa de los Alonsos.


De interés es también la Ruta de las Casas Indianas, viviendas construidas en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX por los emigrantes guardeses que regresaron de América. Destaca especialmente la que hoy es Centro Cultural.


En el Puerto, admiraremos el Monumento al Marinero y el mural del Espigón, una intervención artística que permite contemplar el dique no como la espalda distante de la ciudad, sino como la cuarta fachada del puerto.


NOTA: Agradecimientos especiales a Galicia Selecta, por la información y a Pemarto por su fotografía.

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