Categoría: talasoterapia

Talasoterapia: Tratamientos V



El baño de los niños


No conviene que los niños menores de tres años se bañen en el mar porque resulta una impresión demasiado fuerte. A partir de esa edad pueden meterse en el mar siempre que sea interpretado por ellos como una diversión. Nunca hay que forzarles, ni bañarles de sopetón, ni llevarlos a regañadientes. En cualquier caso, el baño será corto: de uno a cinco minutos para niños de tres a ocho años. Cuando el objetivo del baño marino es estimular el crecimiento del niño concierto retraso físico, el doctor Villaret recomiendo tomar baños diarios durante 20 días, continuar con 20 días de montaña y finalizar con otros 20 días de baños en el mar.

Agua enriquecida con sal


Para potenciar el efecto del agua de mar a veces se le añade sal marina cruda o aguas madres salinas para enriquecer su contenido en sales magnésicas y bromuros. Así se multiplican los efectos sedantes y moderadores de los cambios nutritivos.


Es decir, es posible disminuir o reforzar los efectos estimulantes del agua marina mediante la incorporación de determinadas sustancias.

Agua enriquecida con gas carbónico


En España no es una práctica frecuente, pero en Alemania se utiliza el agua de mar calentada a 36 grados y saturada con ácido carbónico para tratar los problemas vasculares periféricos que dificultan el riesgo circulatorio.

Baños de agua oxigenados y ozonizados


El agua de mar a la que se ha añadido oxígeno u ozono ejerce un masaje sobre la piel con efectos favorables sobre lesiones y ulceraciones cutáneas, enfermedades de los huesos y las articulaciones y problemas circulatorios.


Tanto el oxígeno como el ozono tienen propiedades antibióticas y favorecedoras de los procesos de nutrición celular.

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A. (editado por www.talasoatlantico.com)

Talasoterapia: Tratamientos IV

Duchas generales y con chorro


El efecto es diferente si la ducha es general o con chorro. La primera resulta estimulante, mientras que la segunda sirve para regular la circulación, descongestionar, calmar y reducir el dolor.

La “ducha jet” es una ducha a gran presión con manguera que aumenta el tono muscular y produce una agradable sensación de bienestar. Resulta muy útil para tratar las contracturas y la falta de fuerza muscular.
Duchas subacuáticas


Producen un masaje que mejora el tono muscular y estimula la asimilación de los nutrientes proporcionados por la alimentación.

Un tipo concreto de ducha subacuática es la denominada “jet submarino”,  que se realiza dentro de una piscina y consiste en la aplicación de un chorro de alta presión que efectúa un agradable e intenso masaje sobre los músculos y las articulaciones.

Su acción directa mejora el aporte sanguíneo y de oxígeno a los tejidos y facilita asimismo la absorción de los elementos minerales disueltos en el agua a través de los poros de la piel.
Pulverizaciones e inhalaciones


Se utilizan en el tratamiento de las afecciones de los senos nasales y paranasales y del oído. También son eficaces para aliviar los problemas ginecológicos.
Baño en agua de mar caliente


En los centros de talasoterapia disponen de bañeras con agua de mar calentada hasta los 37-40 grados mediante vapor o calentadores eléctricos.

Las propiedades de este baño son las de los clorurado-sódicos calientes: mejoran la circulación, favorecen la eliminación de toxinas a través de la piel y son un remedio excelente para los reumatismos y las inflamaciones crónicas en los genitales (salpingitis, anexitis, metritis…).

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.



TALASOTERAPIA: Tratamientos III

Os Frades, Baiona


BAÑARSE EN EL MAR


Las personas jóvenes y sanas pueden fortalecerse tomando un baño de mar en pleno invierno. Es una práctica excelente que sólo puede producir beneficios si se hace correctamente. Como exige cierta adaptación del cuerpo, lo ideal es no dejar de zambullirse ininterrumpidamente en el mar desde el verano. No es tan buena idea probar un día sin estar acostumbrado.

El baño tiene que ser muy breve (más cuanto más fría esté el agua), deben hacerse ejercicios vigorosos, con carreras y saltos, antes y después de meterse en el agua, e inmediatamente después de secarse se toma una comida.


Algunos médicos afirman que el baño a menos de 15 grados puede ser mal tolerado. El frío puede llegar a ser doloroso y en personas delicadas pueden producirse alteraciones basculares o respiratorias. En estos casos el problema es que el cuerpo no es capaz de compensar la pérdida de calor por los medios habituales.

PASEAR AL BORDE DEL MAR

Si caminar normalmente es un ejercicio excelente y completo, hacerlo dentro del agua de mar lo convierte en una actividad terapéutica indicada para todo tipo de problemas de salud.


Las personas aquejadas de reumatismo saben que moverse dolorosamente sobre la tierra se transforma en andar cómoda mente y sin dolor dentro del agua. Por tanto, las playas son inmensas piscinas de recuperación funcional de las articulaciones y los músculos.


Más que caminar a lo largo de la orilla, lo mejor para la salud de las articulaciones y el sistema venoso es caminar mar adentro y regresas a la orilla. La presión hidrostática del agua favorece el retorno venoso y combate la pesadez en las piernas, tan frecuente en verano.


Hay que adentrarse hasta que el agua llegue al pecho e incluso el cuello, caminar con el agua a esa altura y dar un saltito cada vez que llegue una ola. Se puede permanecer dentro del agua uno 10 minutos, entonces se sale y se recupera calor al sol durante por lo menos 15 minutos. Se puede repetir el paseo tres veces.

        
Al permanecer dentro del agua, la información que recibe el cerebro a través de la piel y los movimientos son variables, la percepción visual también es ondulante, todo lo cual hace que al regresar a tierra firme el sentido del equilibrio haya resultado reforzado.



ARENATERAPIA

La arena marino procede de los aporte de los ríos y de la disgregación lenta de las rocas por acción del mar o de los agentes atmosféricos. Está formada por partículas de diámetro inferior a 3 mm  y la arena en conjunto está cargada con los elementos químicos del agua de mar e incluso del aire, dada su elevada porosidad.

Arena de Nuestra Señora, en Cíes

Todo el mundo ha jugado a enterrarse en la arena pero nadie sospecha que al hacerlo se está sometiendo a un tratamiento talasoterápico. Cuando se aplica arena sobre la piel, ésta puede respirar de forma normal y se beneficia de un secado rápido porque retiene el calor del sol. La temperatura que puede alcanzar la arena como consecuencia de la incidencia de los rayos solares varía entre los 40 y los 60 grados.


La arenaterapia se utiliza en el tratamiento de las lesiones traumáticas y otras afecciones de los huesos y las articulaciones. Para su aplicación se realizan fosas en la arena de la playa de 30 cm de profundidad, dos metros de longitud y un metro de anchura. Se espera media hora a que el sol la caliente, luego se tiende uno en ella y se recubre el cuerpo con una capa de arena de 30 a 40 cm de espesor a unos 45-50 grados de temperatura.


Se permanece “enterrado” entre 10 y 20 minutos, aunque las aplicaciones pueden ser más prolongadas cuando se realizan sólo sobre una parte del cuerpo. Es muy importante que la cabeza que descubierta de arena pero protegida totalmente del sol.


Después se toma un baño de mar y luego se reposa al sol en un lugar protegido de los vientos. El baño de sol sirve para provocar la sudoración (al final del tratamiento se puede haber perdido un kilo y medio de peso debido a la pérdida de agua).


Si durante el tratamiento se presentan efectos secundarios indeseables, como fatiga, dolor de cabeza, fiebre o malestar general, hay que suspender la cura hasta que se recupere totalmente la normalidad.

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.

(editado por www.talasoatlantico.com)

Talasoterapia: Tratamientos II



PRESTACIONES DE LOS CENTROS DE TALASOTERAPIA

Los centros de talasoterapia suman a los tratamientos en la playa los que se pueden realizar en unas instalaciones especialmente diseñadas. En ellos se realizan tratamientos en bañeras con masaje mediante burbujas y sales marinas concertadas, aplicaciones de barros, lodos y algas o diversos tipos de ejercicios en piscinas con agua de mar.


A continuación explicaremos las distintas curas que aplica la talasoterapia, ya sea para realizarlas uno mismo o para recibirlas en un centro y de manos especializadas. E cualquier caso, antes resulta conveniente tener en cuenta algunas cosas para obtener los máximos beneficios de cada una de ellas.


La primera condición, y muy importante, es la tranquilidad. Los estímulos que reciben el cuerpo y la mente deben proceder del mar. Los ruidos y el gentío sólo pueden molestar e interferir sobre los efectos.


También es importante la alimentación que se lleve durante el tratamiento, así como el reposo. La dieta debe ser equilibrada, variada, ligera y basada en los productos vegetales.


El descanso debe realizarse si es posible siempre a las mismas horas, con siete u ocho horas de sueño por la noche y un cuarto o media hora de siesta al mediodía.


Sobre estas normas generales pueden hacerse las variaciones convenientes en función de las características y los problemas de salud que afectan a cada persona.


Además es necesaria cierta aclimatación. Los adultos precisan dos o tres días para adaptarse al clima marino si proceden de otro lugar. En el caso de los niños el tiempo requerido es el doble.


Teniendo en cuenta todo lo expuesto, a continuación explicamos los variados tratamientos que ofrece la talasoterapia.

Playa de Rodas en las islas Cíes, Parque Nacional

BAÑO EN AGUA DE MAR

Se pueden tomar baños entre las 10 y las 18 horas, aunque la últimas horas de la mañana son las ideales. Sólo hay que tener la precaución de evitar el temido corte de digestión (este problema se produce cuando el cuerpo soporta un cambio de temperatura demasiado brusco).


Antes de introducirse en el agua conviene hacer un poco de ejercicio físico en la orilla y tomar un poco el sol. Es suficiente con trotar o andar a paso ligero durante un rato.


La entrada debe ser rápida. No beneficia en nada ir poco a poco y con miedo, o empezar por introducir los pies para adentrarse completamente al cabo de un rato. La introducción ha de ser completa: hay que zambullirse. Así se obtiene los efectos más favorables.



Como norma general, será más breve cuanto más fría y agitada se encuentre el agua. Así, en aguas frías y con vientos frescos en el exterior, el baño no debería alargarse más de tres minuto. En cambio, en aguas templadas, con sol y aire cálido, se puede permanecer en el agua hasta 15 o 20 minutos.


Siempre hay que evitar el “escalofrío secundario”. El “primario” es el que se produce inmediatamente al entrar en el agua y es debido al cambio de temperatura. Luego se produce una reacción calorífica del cuerpo y enseguida se siente uno cómodo. Pero no hay que permanecer en el agua tanto tiempo como para que se vuelva a sentir frío, es decir, para que sobrevenga el “escalofrío secundario”, que anularía parte de los efectos positivos.


No obstante, conviene estar en el agua todo el tiempo que sea posible. Por eso resulta recomendable realizar ejercicio en el agua, ya sea natación u otros movimientos vigorosos, porque provoca el estímulo de la circulación. Pero una vez más hay que ser prudentes: no se debe llegar al agotamiento físico.


Aunque en verano es común meterse frecuentemente en el mar para refrescarse, la talasoterapia considera que para obtener beneficios terapéuticos es suficiente con tomar entre uno y tres baños diarios. Sin embargo, la talasoterapia exige constancia: la cura debe alargarse entre 20 y 30 días.


Después del baño es recomendable de nuevo la práctica de ejercicio físico, con carreras, saltos y movimientos energéticos si es posible. También son muy convenientes los ejercicios respiratorios, especialmente la práctica de la respiración profunda:

1.- Tomar asiento con la espalda recta, a fin de no oprimir la caja torácica.

2.- Exhalar todo el aire por la nariz y a continuación dejar que el aire entre también por la nariz en una inspiración profunda. La caja torácica y el estómago han de dilatarse al inhalar, nunca contraerse. Para ello, hacer voluntariamente el gesto necesario con los músculos intercostales.

3.- Bloquear la salida del aire mientras se inclina la cabeza hacia delante hasta presionar la clavícula con la barbilla. Mantener el bloque durante cinco segundos.

4.- Levantar la cabeza y soltar el aire lentamente por la nariz (ahora encoger de nuevo al máximo el estómago, para facilitar la expulsión del aire).

Esta respiración, practicada cada día durante diez minutos, después de los ejercicios físicos posteriores al baño, produce efectos sorprendentes e inmediatos, como un aumento de la energía a la vez que mayor serenidad.


Es muy importante no secarse con la toalla después del baño. Hay que hacerlo al aire libre para que se depositen sobre la piel las salen en forma de cristalitos. Esto favorece su absorción y estimula el sistema nervioso. Por la misma razón no hay que ducharse al salir.

+ información en talasoterapia@talasoatlantico.com

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.

(editado por www.talasoatlantico.com)



Talasoterapia: Tratamientos I

TRATAMIENTOS CON TALASOTERAPIA

Las curas marinas se pueden realizar en diferentes lugares y estaciones del año. Estos son factores muy importantes porque modifican el tipo y la intensidad de los estímulos y por tanto también de los efectos.

Por costumbre y comodidad se toman baños de mar mucho más frecuente en verano que en cualquier otra época. Sin embargo, los especialistas consideran que es precisamente durante otras estaciones cuando los resultados pueden ser mejores, aunque en verano también sean eficaces.

La primavera, el otoño e incluso el principio y el final del invierno son épocas recomendables. El síndrome de fatiga crónica y las distonías vegetativas en general, por ejemplo, tienen su mejor tratamiento durantes esas temporadas.

Las personas con envejecimiento prematuro, trastornos ginecológicos y alergias también se benefician más del mar en las estaciones en que aún no reina el calor intenso del verano.

También es importante el lugar. En este sentido se pueden distinguir cuatreo espacios para la práctica de la talasoterapia: el viaje, la barca, la playa y los centros que se dedican a llevar a cabo las diferentes curas de talasoterapia.

VIAJE POR MAR

        

Sí, aunque parezca frívolo, lo cierto es que las vacaciones en el mar constituyen en sí mismas uno de los tratamientos más recomendables por su eficacia.

El viaje por mar ideal es el que se realiza en una pequeña embarcación, cmo un velero de doce metros que alcanza escasa velocidad, en compañía de pocas personas y con cierta exigencia de ejercicio, como el que es necesario para gobernar la nave.

También es importante la duración: por lo menos siete días. Por supuesto, los cruceros multitudinarios, con bar y discoteca, quedan excluido de la cura con talasoterapia.

EN BARCA
Una alternativa al viaje por mar es la cura en barca, que puede dar muy buen resultado para la salud, con la ventaja de que es posible disfrutar de una calma absoluta.

Sólo hay que tumbarse o sentarse en una pequeña barca, a cierta distancia de la playa, para disfrutar de todo lo necesario en el tratamiento: sol, aire repleto de minerales y baños ocasionales en el agua.

Incluso ofrece un estímulo imposible de otra manera: el ligero y constante balanceo de la barca supone un suave y beneficioso ejercicio físico.

CURA EN LA PLAYA

La playa es el lugar más frecuentemente utilizado para realizar las curas marina. Las mejores son las playas limpias y amplias, pero protegidas de los vientos, con una arena suave y fina que facilite el reposo.

Teniendo en cuenta estas características, resulta que las playas de diferentes litorales pueden tener efectos diversos. Así, las playas de la cornisa cantábrica,, bañadas por el Atlántico, tiene un efecto excitante, mientras que las del Levante, bañadas por el Mediterráneo, resultan relajantes y permiten baños más prolongados.


+ información sobre talasoterapia en la wikipedia o en talasoterapia@talasoatlantico.com


Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.

(editado por www.talasoatlantico.com)

Talasoterapia – Los efectos del mar VI

EFECTOS EN LA COMPOSICIÓN DE LA SANGRE


TALASOTERAPIA

El conjunto de factores ya señalados, además de los efectos del aire marino y del sol, se traducen en una serie de efectos añadidos a los anteriores.

Uno de ellos se produce sobre la composición de la sangre. El número de glóbulos rojos o hematíes – las células que sirven para transportar el oxígeno a todos los rincones del organismo- aumentan entre un 5 y un 20 por ciento.

Todavía en mayor proporción aumentan la cantidad de glóbulos blancos o leucocitos -células defensivas encargadas de luchar contra agentes infecciosos- y especialmente de un tipo de ellos, los linfocitos.

Dichos incrementos se deben a la utilización por parte del organismo de sus reservas, así como a un aumento en la misma producción de sangre y sus elementos. También bajan los niveles de azúcar en la sangre y aumenta la asimilación de proteínas.

Todos estos cambios en la composición de la sangre son mensurables y avalan científica y empíricamente la eficacia de la talasoterapia.

PLANETA AGUA Y SER HUMANO


El planeta mal llamado Tierra está compuesto en sus dos terceras partes por agua de mar, por talasoterapia. De la misma manera, dos terceras partes del cuerpo humano son agua. Esta prueba de la profunda armonía entre el ser humano y el planeta que lo acoge van aún más allá: el cuerpo es en un 65 por ciento agua que en su mayoría tiene unas proporciones minerales prácticamente idénticas a las del mar. 

Esta composición es la que permite que las células puedan desarrollar sus funciones en las mejores condiciones. El mismo medio líquido que acogió el nacimiento de la vida en el planeta está pues presente en el interior del cuerpo humano.

Tanto es así que el agua de mar, convenientemente filtrada, es un suero fisiológico natural. De hecho se pueden inyectar en vena y el cuerpo lo acepta como si fuera plasma sanguínea. 

Los aproximadamente cinco litros de sangre que fluyen constantemente por nuestro cuerpo  son una prueba evidente de la presencia de agua (es agua pura en un 78 por ciento). Sin embargo, hay otros 45 litros que se distribuyen en los tejidos, dentro y fuera de las células. Esta agua es el medio que sirve de soporte a la vida celular.

+ información sobre talasoterapia en la wikipedia o en talasoterapia@talasoatlantico.com

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.



Talasoterapia – Los efectos del mar V


AIRE PURO Y SALUDABLE

El aire marino también está cargado de oxígeno y oligoelementos, partículas nutritivas que flotan en el aire y que absorbe el organismo humano a través de la respiración.

Estos oligoelementos, minerales que en el mar se encuentran en proporciones pequeñísimas y que el cuerpo no puede obtener de ninguna otra fuente, cumplen funciones muy diversas en el organismo.

Muchos expertos consideran que un buen número de enfermedades pueden tener su desencadenante en el déficit de uno o varios oligoelementos.

Respecto al oxígeno, ya se sabe por obvio que es indispensable para la vida, y junto al mar se encuentra en mayor cantidad. El efecto de la oxigenación es sedante, ralentiza el ritmo respiratorio y en general favorece la recuperación.

El aire marino es de suma importancia terapéutica para estimular el sistema inmunitario o defensivo, en especial en las personas que por cualquier razón se encuentran debilitadas. Tanto es así que compensa la falta de ejercicio físico en las personas que no pueden moverse.

+ información sobre talasoterapia en la wikipedia o en talasoterapia@talasoatlantico.com

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.
(editado por www.talasoatlantico.com)