Talasoterapia – Los efectos del mar II

MASAJE CONTINUO

La presión del agua en movimiento es otro estímulo considerable que recibe el cuerpo. Para comprender la magnitud de este efecto puede servir el dato ofrecido por el doctor Manuel Armijo: «la presión ejercida por un baño ordinario es comparable a la producida por una coraza de hiero que tuviera cuatro centímetros de espesor, acusándose especialmente sobre la cavidad abdominal y la dinámica torácica».

Esta presión es el resultado del peso del agua que queda sobre el bañista, es decir, el agua que está entre su piel y la superficie del mar. Pero el agua que queda por debajo, entre el bañista y el fondo, ejerce también un empuje, éste hacia arriba. Su influencia determina, por ejemplo, que el esfuerzo necesario para levantar un adulto de unos 60 o 70 kilos de peso se reduce considerablemente. Este empuje facilita mucho los movimientos musculares y de las articulaciones.

La diferencia de presión entre el fondo y la superficie del agua ejerce también unas acciones beneficiosas sobre la circulación sanguínea y sobre el sistema linfático. Es como si realizara un masaje que comienza con más fuerza en los pies y se va haciendo más ligero a medida que sube por el cuerpo.

Este tipo especial de masaje favorece la circulación venosa de retorno -la que lleva la sangre al corazón-, lo cual alivia la congestión de las extremidades.

Además, la resistencia que ofrece el agua de mar es mucho mayor que la ofrecería, por ejemplo, el agua mineral de manantial o el agua potabilizada. La diferencia se debe a la densidad, que en el agua marina es mucho mayor (hasta 3 veces más). Por eso es mucho más sencillo flotar en el mar que en una piscina.

El agua de mar está en constante movimiento y éste también ejerce una fuerza propia sobre el cuerpo. El movimiento, como es sabido, se debe a varios factores: el influjo de la Luna a  través de las mareas, la fuerza de los vientos y la de las corrientes submarinas. Estas últimas están causadas por las diferentes temperaturas entre las masas de agua.

El movimiento causado por el oleaje es el más importante desde el punto de vista terapéutico y su efecto depende del volumen y la fuerza de las olas. Éstas producen un verdadero masaje con su vaivén, al mismo tiempo que obligan a realizar un esfuerzo muscular para mantener el equilibrio.

+ información sobre talasoterapia en la wikipedia

Texto del libro: «Como cura el mar» de RBA Libros, S.A.

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